México prepara contraataque comercial hacia EU.

La Secretaría de Economía ya analiza una lista de productos estadounidenses con los que puede compensar el daño estimado a la industria atunera, en caso de que Estados Unidos siga sin permitir la entrada del atún mexicano. Sin embargo, algunos especialistas en comercio exterior ven complicado que México pueda ser agresivo en su respuesta, dada la tensión que existe en la relación con el gobierno de Donald Trump.

La Organización Mundial del Comercio (OMC) emitió el martes un fallo inapelable y dijo que México puede implementar represalias comerciales a Estados Unidos por el equivalente a 163.23 millones de dólares (mdd) anuales, luego de que ese país restringió durante años al atún mexicano, al decir que no cumplía con la norma "dolphin safe", que garantiza que los delfines no fueron asesinados por el pescador.

México está en su derecho de suspender beneficios a ese país que no pase de ese monto, si a un producto no le cobra arancel, el fallo de la OMC le da la posibilidad de aumentarlo.
Lo que esperamos es que (Estados Unidos) ponga sus medidas de conformidad y si no lo hace, sabe que habrá un daño monetario.

La añeja disputa atunera entre Estados Unidos y México está en la mira de todo el mundo en momentos en que estos países se encaminan a renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Aunque el funcionario aclaró que "(el atún) es un tema que antecede al momento actual de la relación", señaló.

Lo que México ya ha hecho en el pasado en este tipo de disputas comerciales con su socio comercial es ver los productos sensibles para su sector exportador para aplicar represalias, dijo en entrevista Hugo Perezcano, presidente de la Comisión de Comercio y Políticas de Inversión de ICC, participante en la negociación del TLCAN.

En 1996 México incrementó aranceles a 19 productos estadounidenses.

Si bien México tiene el derecho de aplicar esas medidas, probablemente no lo haga con el mismo impacto que en el pasado para no complicar la situación actual con Estados Unidos.
La relación biltateral se encuentra en su punto más álgido como consecuencia del discurso antimexicano de Donald Trump, quien amenaza con retirarse del TLCAN.

“Es un proceso en el que tenemos que ver la medida exacta en la que podamos incentivar el cumplimiento de Estados Unidos y al mismo tiempo que no afectemos la producción de cadenas de valor en México”, agregó Baker.

En principio, lo más factible es que elija productos del mismo sector, de la industria alimentaria, sin embargo, la OMC no pone límites en ese aspecto.

Las medidas de represalia no se aplican de la noche a la mañana, ya que la decisión de aumentar aranceles se da por un decreto del Presidente de México y aunque la Secretaría de Economía ya tenga los productos definidos, debe preparar un documento, consultarlo en las áreas competentes y que lo analice el consejero jurídico del Presidente para su firma, por lo que de acuerdo con Perezcano y Baker no hay un plazo oficial.

Lo cierto es que la relación entre México y Estados Unidos sube de tono cada día, un día después del fallo de la OMC, la Casa Blanca dijo que estudia emitir una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos del TLCAN.

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